INFANCIA: NO TODO ES JUEGOS Y
DIVERSIÓN… ¿O SI?
Hablar de la infancia, la etapa más
complicada e intrincada de todas…Como empezar con ello, las experiencias
personales nunca bastan, ya que son tan diferentes en cada persona, y sería
casi imposible generalizar esto.
Le llamo la etapa más complicada no
porque esté repleta de dificultades como tal, si no porque realmente no se
posee tanto control sobre lo que nos rodea, o de lo que nos sucede, no existe
conciencia (hasta cierto punto, claro está) Es la llamada etapa de la
inocencia, en la cual la diversión y los juegos son la tarea principal, la
etapa en la cual dependemos en su totalidad de un mayor (papá, mamá,
familiares, tutores) para subsistir.
Ahora, hay algo más importante que
jugar y divertirse, esto es aquel momento en el cuál se adquiere conciencia
moral, lo que nos hace decidir entre lo que creemos que está bien o mal, y en
donde se define en gran parte, nuestra personalidad. Este momento definitivo,
según estudios, llega a los 6 años de edad, es ahí cuando uno se comienza a
formar como individuo.
Creo que la pregunta del significado
de la infancia para el ser humano se responde parcialmente aquí, ya que es el
cambio más notorio (aparte del físico, claro está) en la persona. Incluso, la
mayoría de las personas podrían decir que sus primeros recuerdos 100% lúcidos
empiezan aproximadamente en esa edad, aun que claro, siempre está el que se
quiere ver súper dotado y dice que recuerda su parto.
Aquí entra otro aspecto importante de
la niñez, los recuerdos. La mayoría de nosotros pues debería de tener recuerdos
cálidos con respecto a esta etapa (al menos, yo los tengo), y procuro tenerlos
presentes gran parte del tiempo, no por andar en la vereda nostálgica, si no
para recordar quién soy.
Mucha gente reprime esta etapa, ya
sea por memorias traumáticas, o simplemente por el hecho de que creen que es
inmaduro recordarla.
Esta división de recordar o no la
niñez, o de reprimirla o no, es donde se genera una especie de ruptura en la persona.
¿Por qué ruptura? Porque se empiezan
a generar desórdenes de personalidad. Por ejemplo, en una gran cantidad de
estudios que se les han practicado a famosos asesinos en serie (y sus
prácticas), suelen revelar que algún trauma (o traumas) en su turbulenta niñez
son los que suelen poner en marcha los instintos primarios de estos, y los
llevan a vivir con esta serie de recuerdos reprimidos, y a cometer los
horripilantes crímenes por los que se les conoce.
En cuanto a las personas que
simplemente reprimen estos recuerdos por cuestiones más prácticas (como su
supuesta madurez y el cruce a su cuadrada adultez) pues no hay mucho que decir,
más que son personas amargadas con el mundo solo porque está de moda.
Todo esto influirá (hablando a mayor
escala) de manera positiva o negativa en un aspecto muy importante en el ser
humano, las relaciones socio-afectivas.
Estas se van desarrollando conforme uno se desenvuelve en el medio, y
empieza a entender las cosas, pero como todo, tiene un principio.
Mis recuerdos más añorados y
queridos, probablemente son de aquellas ocasiones en las que jugaba con mis
amigos con “pistolitas” invisibles, o a las escondidas, incluso cuando me
encontraba solo; andando en mi patineta, armando ciudades enteras con mis
queridos Legos, o montado en mi flamante
y veloz bicicleta con rueditas. Estos sucesos, por muy irrelevantes e inocentes
que puedan sonar, formaron parte esencial en mi desarrollo, y puedo decir con
seguridad que me formaron y me hicieron la persona que soy el día de hoy. Pero
indudablemente, la serie de recuerdos que más me marcaron, son aquellos que
involucran a mi padre mostrándome nueva música. Para él, era lo máximo, por que
el estaba seguro de que dejaría su marca en mi, y haría que me fuera por el que
él llamaba “el buen camino” del rock, y puede estar orgulloso de eso, porque lo
logró, y a la fecha, es algo que define y caracteriza nuestra relación.
Esto habla de cómo el ambiente en el
que me desarrollé, el hogar de un músico, influyó de gran manera en uno de los
dos aspectos que ayuda a identificarme de mejor manera, la música.
Pero claro, antes de divagar más,
vayamos a lo más serio.
Como se ha visto en diferentes
estudios (y en algunas experiencias personales), los recuerdos generados por la
familia, que es el núcleo principal de desarrollo y aprendizaje en la niñez son
los que suelen ser mucho más importantes, y los que colaboran en gran parte a
definir lo que uno será como individuo. En mi caso (y espero en el de muchos),
mis recuerdos referentes a la familia son en su mayoría, cálidos, añorados, y
recordados con singular alegría.
Ahora, solo nos queda la siguiente
gran pregunta: ¿Qué tan importante es la niñez en el desarrollo de un ser
humano? La respuesta, o al menos, mi respuesta, es que la niñez es la etapa más
importante del humano. Es una etapa que define, modela, y crea a lo que uno
será en un futuro no tan lejano, lejano, y muy lejano (que viva la
redundancia). Es una etapa que si fue vivida en un entorno adecuado, puede ser
recordada con felicidad, y no con represión. Esta define como nos manejaremos
dentro de una sociedad, y establece como interactuaremos con las demás
personas, como reaccionaremos ante problemas morales, o ante dilemas referentes
a la ética. Incluso, ayudará a definir cuál será el oficio en el que te
desenvolverás en un futuro, ya que te va dejando claves de que es lo que te
gusta, y lo que quieres hacer.
Podría terminar esto con una serie de
incoherencias y balbuceos referentes a la niñez, y probablemente me podría a
añorar y a hablar de la mía, pero a nivel general, puedo decir que la infancia
define de manera casi total lo que será una persona en un futuro, siempre con
consecuencias positivas o negativas, claro está. Y lo peligroso, es que esto no
depende del individuo en cuestión…
Es por esto y por una serie de
razones establecidas previamente en este texto, que puedo decir que recordar y
añorar la niñez de vez en cuando nunca será malo, ya que si no sabemos de donde
venimos ¿Cómo sabremos a donde iremos? Esta, es la pregunta definitiva.
Me gusto mucho la manera en que narras tu anécdota pues lo haces de una manera muy amena y divertida y ademas describes muy muy bien todo lo que te paso.
ResponderBorrarMe gusto mucho la forma en que compartes tus experiencias, que padre que puedas compartir tan detalladamente los hechos de tu vida ya que lo hace mas interesante y único.
ResponderBorrarLuis, la pregunta con la que concluyes es interesante pero me dan ganas de cuestionarla o debatirla un poco. ¿Por qué habríamos de saber hacia donde vamos si nos conocemos? Yo creo que nadie se conoce realmente al 100%, y menos, conocer a alguien más por completo. No sé si esta conclusión de "me conozco, por lo tanto sé a donde voy" es similar a "como me gustaba hacer Lego de niño, siento que mi camino es ser ingeniero o arquitecto" . Yo creo que sí la infancia nos define en gran manera, --o nos acota, como prefiero llamarle-- pero no por eso próximos eventos o acontecimientos fuera de la etapa de la infancia no nos puedan definir también.
ResponderBorrarMe agradó casi la última parte donde mencionas que esta manera que nos "define" no depende del individio necesariamente. Eso es interesante, que no es una decisión consciente por decirlo así.
Hice un wordpress sólo para poder comentarte. Mi blog es aguirremonica.tumblr.com.
ResponderBorrarSaludos. Disfruté tu texto.